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El Ascenso del Mouse Ultraligero: La Revolución del Model O
Quienes llevamos años en el sector de TI recordamos cuando un ratón 'premium' era sinónimo de pesado, a veces con pesas ajustables. La lógica parecía ser 'más pesado, más estable'. Entonces llegó Glorious, una marca surgida de la comunidad 'PC Gaming Master Race', y puso esa idea patas arriba. Su propuesta, el Glorious Model O, no fue solo un producto, fue una declaración de principios. Con un atrevido chasis en forma de panal (honeycomb), lograron algo que parecía contradictorio: un cuerpo ultraligero (apenas 67 gramos) que mantenía una sólida integridad estructural. Recuerdo la primera vez que sostuve uno; la sensación fue increíble, como si no hubiera nada en mi mano. Este diseño no solo era estético, sino funcional. Para cualquiera que pase 8 horas o más moviendo un cursor, ya sea depurando código o en un FPS, la reducción de la fatiga en la muñeca es un cambio monumental. Técnicamente, el Model O original no se andaba con rodeos. Montaba un sensor Pixart PMW-3360, el estándar de oro en ese momento por su tracking 1:1 sin aceleración, esencial para la precisión. A esto se sumaban switches Omron de 20 millones de clics y, lo que para mí fue la guinda del pastel, el cable 'Ascended'. Era tan flexible y ligero que la experiencia con cable se sentía casi inalámbrica, eliminando ese molesto arrastre que todos odiamos. Su diseño ambidiestro lo hizo versátil, aunque se sentía especialmente cómodo para agarres de tipo garra (claw) y punta de los dedos (fingertip). El impacto fue inmediato. El Model O democratizó el acceso a periféricos de alto rendimiento y obligó a toda la industria a replantear sus diseños. La era del mouse ultraligero había comenzado, y Glorious estaba al mando. Este primer modelo sentó las bases de una filosofía que se expandiría con sus sucesores, adaptándose a más usuarios y tecnologías, como veremos con el ergonómico Model D y las indispensables versiones inalámbricas.

Ergonomía y Libertad: El Model D y la Conquista Inalámbrica
El éxito del Model O fue masivo, pero Glorious demostró que sabía escuchar. No todos nos adaptamos a un diseño ambidiestro. Muchos profesionales y gamers, sobre todo los que usamos un agarre de palma (palm grip), necesitamos una forma ergonómica que dé soporte a toda la mano. La respuesta fue el Glorious Model D. Este periférico tomó toda la tecnología y la filosofía de bajo peso de su antecesor y la aplicó a un chasis diseñado exclusivamente para diestros. La curvatura, que desciende suavemente hacia la derecha, se siente como una extensión natural del brazo. Para largas jornadas de programación o diseño, la diferencia en comodidad es abismal. Conservó el sensor Pixart 3360, los patines G-Skates de PTFE puro para un deslizamiento suave y el cable Ascended, pero con una ergonomía que, para muchos, completaba la fórmula. Mientras tanto, otra batalla se libraba en el frente tecnológico: la conexión inalámbrica. Durante años, los profesionales fuimos reacios a los ratones sin cable por la latencia, las desconexiones y el peso extra de la batería. El Glorious Model O Wireless llegó para romper esos prejuicios. Aquí es donde vi la verdadera madurez de la marca. No se limitaron a cortar el cable; desarrollaron desde cero la tecnología 'BAMF' en colaboración con Pixart. Este sensor no solo era preciso (hasta 19,000 DPI), sino que estaba optimizado para un consumo energético ridículamente bajo. El resultado fue un ratón inalámbrico de solo 69 gramos, con una latencia imperceptible de 1ms y una batería que aguantaba hasta 71 horas. En la práctica, su rendimiento era indistinguible de su contraparte con cable. La pregunta dejó de ser si la tecnología inalámbrica era viable y pasó a ser '¿por qué seguir usando un cable?'. Esta combinación de un modelo ergonómico como el Model D y una tecnología inalámbrica sin compromisos como la del Model O Wireless demostró que Glorious no solo creaba productos, sino que ofrecía soluciones específicas para las necesidades de cada tipo de usuario, unificando todo bajo su software Glorious Core para una personalización total.

El Ecosistema Glorious y Cómo Elegir Tu Mouse Ideal
Un gran producto rara vez vive aislado. Glorious entendió esto perfectamente y construyó un ecosistema completo alrededor de sus ratones. Desde teclados mecánicos modulares como el GMMK hasta alfombrillas de alto rendimiento y reposamuñecas, han creado un entorno cohesivo. Esto es inteligente, ya que como profesionales de TI, valoramos la coherencia y la calidad en todas nuestras herramientas. El impacto de esta estrategia fue enorme. Marcas consolidadas tuvieron que acelerar su I+D en el segmento ultraligero, lo que al final nos benefició a todos con una mayor innovación y competencia en el mercado. Un aspecto que me parece fascinante es cómo la comunidad ha adoptado estos ratones. Son un lienzo en blanco para el modding. He visto a colegas cambiar los switches por unos Kailh GM 8.0 para un clic más táctil, instalar patines de cristal para un deslizamiento extremo o personalizar el paracord. Esta cultura del 'háztelo tú mismo' es una prueba de la calidad del diseño base. Desde una perspectiva de gestión de TI, surge un modelo interesante: el alquiler de equipos para eventos o proyectos. Para un hackathon, un bootcamp de desarrollo o para equipar a un equipo de proyecto temporalmente, rentar un set de periféricos Glorious puede ser una solución increíblemente eficiente. Aseguras que todo el equipo trabaje con herramientas ergonómicas y de alto rendimiento sin una gran inversión inicial. Entonces, ¿cómo eliges el tuyo? Mi consejo es simple: piensa en tu agarre y en tu necesidad de libertad. Si tienes un agarre de garra o punta de dedos y valoras la agilidad, el Model O (cableado o inalámbrico) es tu mejor opción. Si eres diestro y usas un agarre de palma, buscando la máxima comodidad para largas sesiones, el Model D es, sin duda, la elección correcta. Para ambos, si tu presupuesto lo permite, la versión inalámbrica es una mejora de calidad de vida que recomiendo sin dudarlo. Y si tienes manos más pequeñas, no olvides las versiones 'Minus' (O- y D-), que son simplemente fantásticas. Al final del día, Glorious ha logrado algo difícil: crear herramientas que son a la vez asequibles, de altísimo rendimiento y queridas por la comunidad técnica. Su historia es un recordatorio de que la buena ingeniería, impulsada por la pasión, siempre encuentra su camino.