Fundamentos del Monitor Hz: ¿Qué es y Por Qué Debería Importarte?
Al adquirir o ensamblar computadoras, la atención suele centrarse en el procesador (CPU), la tarjeta gráfica (GPU) y la memoria RAM. Sin embargo, todos estos componentes de alta potencia trabajan para un fin: mostrar una imagen en una pantalla. Si esa pantalla no puede seguir el ritmo, la inversión en hardware de primera categoría se desperdicia. Aquí es donde entra en juego una especificación fundamental: la tasa de refresco, medida en Hercios (Hz). Comprender el concepto de 'Monitor Hz' es el primer paso para desbloquear una experiencia informática verdaderamente fluida y receptiva. La tasa de refresco, en su esencia, es una medida de cuántas veces por segundo un monitor es capaz de actualizar la imagen que muestra. [1, 25] Una pantalla no proyecta un movimiento continuo, sino una rápida sucesión de imágenes fijas, llamadas fotogramas. Por lo tanto, un monitor con una tasa de refresco de 60 Hz, que ha sido el estándar durante muchos años, actualiza la imagen en pantalla 60 veces cada segundo. [5] A medida que este número aumenta, también lo hace la fluidez percibida del movimiento. Un monitor con una tasa de refresco más alta puede mostrar más fotogramas por segundo (FPS) generados por la tarjeta gráfica, lo que resulta en animaciones más suaves, menos desenfoque de movimiento y una sensación general de mayor inmediatez.
La diferencia entre un monitor de 60 Hz y uno de tasas superiores es notable, incluso en tareas cotidianas. El simple acto de mover el cursor del ratón por el escritorio se siente instantáneamente más suave y preciso. El desplazamiento (scroll) a través de páginas web o documentos largos se vuelve menos entrecortado y más legible. Pero donde realmente brilla una alta tasa de refresco es en aplicaciones con movimiento rápido, predominantemente en los videojuegos. Para los gamers, una mayor cantidad de Hercios se traduce directamente en una ventaja competitiva. [1] En un juego de disparos en primera persona, por ejemplo, un monitor 144 hz muestra más del doble de información visual por segundo que uno de 60 Hz. Esto permite al jugador reaccionar más rápido a los movimientos del enemigo, rastrear objetivos con mayor precisión y percibir la acción con una claridad superior. La transición de 60 Hz a 144 Hz es a menudo descrita por los jugadores como una revelación, un punto de no retorno. Los beneficios no se detienen ahí. Para los profesionales del video y la animación, trabajar con un monitor 165 hz o superior permite una previsualización más fiel del movimiento fluido que están creando. Si bien la mayoría del contenido de video se produce a 24, 30 o 60 FPS, la capacidad de la interfaz del software de edición para funcionar con mayor fluidez agiliza el flujo de trabajo y reduce la fatiga visual durante largas jornadas.
La Evolución y las Opciones del Mercado
El mercado de monitores ha evolucionado para ofrecer una amplia gama de opciones de tasa de refresco, adaptadas a diferentes necesidades y presupuestos. El primer escalón por encima del estándar de 60 Hz es el monitor 75 hz. Aunque la mejora es sutil en comparación con saltos más grandes, un monitor de 75 Hz ofrece un 25% más de información visual por segundo que uno de 60 Hz. [25] Esta pequeña mejora proporciona una experiencia ligeramente más fluida y a menudo se encuentra en monitores económicos orientados a la oficina o al gaming de entrada, representando un excelente valor para quienes desean una mejora tangible sin una gran inversión. Es una opción inteligente para computadoras de gama media que no siempre pueden alcanzar los 144 FPS en juegos modernos.
La categoría más popular en el mundo del gaming de PC es, sin duda, la que incluye el monitor 144 hz y el monitor 165 hz. [32] Estos monitores representan el punto óptimo entre rendimiento y precio para la mayoría de los jugadores. El salto de 75 Hz a 144 Hz es drástico y transformador para la experiencia de juego. El movimiento se vuelve increíblemente claro, el desenfoque se reduce masivamente y la capacidad de respuesta del juego se siente instantánea. El monitor 165 hz ofrece una mejora incremental sobre el de 144 Hz; aunque menos perceptible que el salto anterior, es una ventaja adicional que muchos modelos modernos incluyen sin un aumento significativo en el costo. Marcas como ASUS, MSI, LG y Acer dominan este segmento, ofreciendo una vasta selección de modelos con diferentes resoluciones y tipos de panel. Para el gaming competitivo, donde cada milisegundo cuenta, el estándar se ha elevado aún más. El monitor 240 hz se ha convertido en la herramienta preferida de los profesionales de eSports en títulos como Valorant, CS:GO y Apex Legends. [32] Con un monitor de 240 Hz, la claridad del movimiento alcanza un nivel en el que los objetivos en rápido movimiento permanecen nítidos y fáciles de seguir, proporcionando una ventaja decisiva en duelos de alta velocidad. Para aprovechar plenamente un monitor 240 hz, se requiere una configuración de computadora de alta gama, con una CPU y GPU potentes capaces de generar consistentemente una tasa de fotogramas tan elevada.
En la cúspide absoluta del rendimiento se encuentra el monitor 360 hz. [1] Estos monitores, ofrecidos por marcas de élite como Dell Alienware y ASUS ROG, están diseñados para un único propósito: ofrecer la experiencia de juego más fluida y con la menor latencia posible. La diferencia entre 240 Hz y 360 Hz es sutil para el ojo no entrenado, pero para un jugador profesional, esa pequeña ganancia en claridad y reducción del tiempo de reacción puede ser la diferencia entre la victoria y la derrota. Estos monitores a menudo priorizan la velocidad sobre otras características, típicamente ofreciendo una resolución de 1080p para maximizar los FPS. El futuro ya está aquí, con prototipos y modelos emergentes que alcanzan los 480 Hz e incluso 540 Hz, empujando constantemente los límites de lo que la tecnología de visualización puede lograr.
Tecnologías de Sincronización Adaptativa: G-Sync y FreeSync
Poseer un monitor de alta tasa de refresco y una potente tarjeta gráfica es solo una parte de la ecuación. Para lograr una experiencia visual perfecta, es crucial que la tasa de refresco del monitor (Hz) y la tasa de fotogramas de la GPU (FPS) estén sincronizadas. Cuando no lo están, ocurren artefactos visuales indeseables. El más común es el "screen tearing" o desgarro de pantalla. [43] Esto sucede cuando el monitor intenta mostrar un nuevo fotograma a mitad de la actualización del anterior, resultando en una imagen que parece partida horizontalmente. Por otro lado, si se utiliza una solución tradicional como V-Sync para forzar la sincronización, puede introducirse un notable "input lag" (retraso de entrada) y "stuttering" (micro-tirones) cuando los FPS caen por debajo de la tasa de refresco del monitor. Para solucionar esto, se crearon las tecnologías de Sincronización Adaptativa o Tasa de Refresco Variable (VRR). [26] Las dos principales del mercado son NVIDIA G-Sync y AMD FreeSync. [6] Ambas tecnologías permiten que el monitor ajuste dinámicamente su tasa de refresco en tiempo real para que coincida con los FPS que la GPU está generando en ese preciso instante. [26] Si el juego corre a 97 FPS, el monitor se ajusta a 97 Hz. Si cae a 81 FPS, el monitor cambia a 81 Hz. Este proceso dinámico elimina por completo el tearing y el stuttering, sin añadir el retraso de entrada asociado a V-Sync, resultando en una experiencia de juego increíblemente fluida y consistente. [19] NVIDIA G-Sync requiere un módulo de hardware propietario dentro del monitor, lo que históricamente ha hecho que estos monitores sean más caros. [12, 19] Sin embargo, ofrece varios niveles, incluyendo "G-Sync Compatible", que certifica monitores FreeSync que cumplen con los estándares de calidad de NVIDIA. AMD FreeSync es una tecnología de estándar abierto que no requiere hardware adicional, lo que la hace más asequible y ampliamente disponible. [6, 16] También tiene diferentes niveles (FreeSync, FreeSync Premium y FreeSync Premium Pro) que garantizan ciertas características como el soporte para compensación de baja tasa de fotogramas (LFC) y HDR. Hoy en día, la mayoría de los monitores para juegos, desde un monitor 75 hz hasta un monitor 360 hz, vienen equipados con alguna forma de sincronización adaptativa, convirtiéndola en una característica indispensable para cualquier jugador serio.
Además, es vital considerar la infraestructura de su negocio o evento. Para empresas que buscan equipar espacios de trabajo con pantallas que reduzcan la fatiga visual y aumenten la productividad, la venta y renta de equipos de oficina, incluyendo monitores con tasas de refresco decentes, es una opción viable. Un monitor 75 hz proporciona una mejora notable en la fluidez del día a día por un costo marginal. Para eventos de eSports o ferias de tecnología, la renta de una flota de monitores de alto rendimiento, como un monitor 240 hz o incluso un monitor 360 hz, permite ofrecer a los participantes y asistentes una experiencia de primera línea sin la necesidad de una inversión masiva de capital. Este modelo de negocio, que abarca desde accesorios hasta proyectores y pantallas de gran formato, se está volviendo cada vez más popular. Al seleccionar un proveedor, es crucial buscar marcas reconocidas como Dell, HP, Samsung o LG, que no solo garantizan calidad y fiabilidad, sino que también ofrecen soporte técnico y garantías sólidas. Las especificaciones técnicas, los precios y las comparativas entre modelos son claves para tomar una decisión informada, ya sea para una compra única o un alquiler a gran escala.

Análisis Profundo de las Tasas de Refresco: ¿Cuál es la Ideal para Ti?
Una vez comprendidos los fundamentos del 'Monitor Hz', el siguiente paso es analizar en profundidad cada categoría de tasa de refresco para determinar cuál se alinea mejor con tus necesidades específicas, tu presupuesto y el hardware de tus computadoras. La elección no es simplemente una cuestión de "más es mejor"; se trata de encontrar el equilibrio perfecto entre rendimiento, resolución y costo. Un monitor 360 hz puede ser el sueño de un jugador profesional, pero sería una inversión excesiva e innecesaria para un usuario de oficina o un diseñador gráfico que prioriza la precisión del color sobre la velocidad absoluta. Vamos a desglosar cada uno de los niveles populares, desde el punto de entrada hasta la cúspide de la competición.
El Punto de Partida: Monitor 75 Hz
El monitor 75 hz representa el primer escalón significativo por encima del antiguo estándar de 60 Hz. Aunque un aumento de 15 Hz puede no parecer mucho en papel, el 25% de mejora en la frecuencia de actualización es perceptible en el uso diario. El movimiento del cursor, el arrastre de ventanas y el desplazamiento por la web se sienten notablemente más suaves. Para los jugadores, un monitor 75 hz es una excelente opción de nivel de entrada. Permite una experiencia de juego más fluida en títulos que no son extremadamente rápidos o competitivos, y es especialmente beneficioso para aquellos con computadoras de gama media que pueden mantener de manera consistente alrededor de 75 FPS. Es en este punto donde tecnologías como AMD FreeSync comienzan a ser particularmente valiosas, suavizando cualquier fluctuación de FPS por debajo de los 75 Hz para evitar el tearing. Marcas como Acer, ViewSonic y AOC ofrecen excelentes opciones de monitor 75 hz a precios muy accesibles, a menudo en resoluciones de 1080p (Full HD), lo que los convierte en una actualización rentable y tangible sobre cualquier pantalla de 60 Hz. Son ideales para presupuestos ajustados, para un segundo monitor o para usuarios que dividen su tiempo entre trabajo de oficina y juegos casuales, donde la mejora en la fluidez contribuye al confort visual sin requerir una potente tarjeta gráfica.
El Estándar de Oro para Gaming: Monitor 144 Hz y Monitor 165 Hz
Este es el territorio donde la mayoría de los jugadores de PC serios quieren estar. El salto de 75 Hz a 144 Hz es, para muchos, la mejora más impactante que pueden hacer en su configuración de juego. La diferencia en fluidez y claridad es asombrosa. Con un monitor 144 hz, el desenfoque de movimiento se reduce drásticamente, lo que permite seguir a los enemigos y los objetos en movimiento rápido con una precisión sin precedentes. La respuesta del juego se siente casi instantánea, creando una conexión más directa entre las acciones del jugador y lo que sucede en pantalla. [43] El monitor 165 hz es una evolución natural del de 144 Hz. Muchos fabricantes han adoptado 165 Hz como el nuevo estándar para sus modelos de gama media, ya que el costo de producción es muy similar. La diferencia de 21 Hz entre un monitor 144 hz y un monitor 165 hz es sutil, pero es una mejora bienvenida que proporciona un extra de suavidad sin coste adicional significativo. Estos monitores son el punto dulce porque equilibran perfectamente el rendimiento con los requisitos de hardware y el precio. Están disponibles en una amplia gama de resoluciones, siendo 1080p y 1440p (QHD) las más comunes. Un monitor de 1440p y 165 Hz se considera a menudo el 'santo grial' para el gaming de alta gama, ofreciendo una combinación ideal de nitidez y fluidez. Marcas como LG con su línea UltraGear, ASUS con TUF Gaming y ROG, y MSI con su serie Optix, son líderes en este segmento, ofreciendo una increíble variedad de opciones que atienden a todos los gustos y presupuestos. Para aprovechar al máximo un monitor 144 hz o un monitor 165 hz, se necesita una tarjeta gráfica de gama media a alta, como una NVIDIA GeForce RTX 4060 o una AMD Radeon RX 7700 XT, especialmente si se juega a 1440p.
El Dominio de los eSports: Monitor 240 Hz
Cuando el objetivo es la victoria en el ámbito competitivo, cada fotograma cuenta. Aquí es donde el monitor 240 hz entra en escena como el estándar para los jugadores profesionales y aspirantes a serlo. [32] Un monitor de 240 Hz actualiza la imagen cada 4.17 milisegundos, en comparación con los 6.94 ms de un monitor de 144 Hz. Esta reducción en el tiempo entre fotogramas proporciona una imagen aún más clara y actualizada del campo de batalla. En juegos de ritmo frenético, esta ventaja permite a los jugadores ver a los oponentes antes, reaccionar más rápido y realizar ajustes de puntería con una precisión microscópica. La ley de los rendimientos decrecientes se aplica aquí: el salto de 144 Hz a 240 Hz es menos dramático que el de 60 Hz a 144 Hz, pero para la élite de los jugadores, esta ventaja marginal es crucial. Para alimentar un monitor 240 hz, la potencia de las computadoras debe ser de primer nivel. No solo se necesita una GPU de gama alta (como una RTX 4070 Ti o superior), sino también una CPU muy potente, ya que alcanzar tasas de fotogramas tan altas puede crear un cuello de botella en el procesador. Por esta razón, la mayoría de los monitores de 240 Hz se centran en la resolución de 1080p, que es menos exigente para la GPU y permite maximizar los FPS. Marcas como ZOWIE de BenQ se han especializado en este nicho, creando monitores sin adornos pero ultra optimizados para el rendimiento competitivo. Otras como Dell Alienware también ofrecen modelos de 240 Hz de alta calidad, a menudo combinados con una estética de gaming premium.
La Cúspide del Rendimiento: Monitor 360 Hz
En la vanguardia de la tecnología de monitores se encuentra el monitor 360 hz. Este es el pináculo de la fluidez, diseñado para la élite de los jugadores de eSports y para aquellos que no aceptan ningún compromiso en su búsqueda del rendimiento. [1] Un monitor de 360 Hz se actualiza cada 2.78 milisegundos, ofreciendo la imagen más actualizada y nítida posible en el fragor de la batalla. A este nivel, el desenfoque de movimiento es prácticamente inexistente, permitiendo un seguimiento del objetivo casi perfecto. Al igual que con el salto a 240 Hz, el beneficio sobre este último es una cuestión de ganancias marginales que solo los jugadores de más alto nivel pueden percibir y capitalizar plenamente. Estos monitores son una declaración de intenciones, equipados con las tecnologías más rápidas disponibles. A menudo utilizan paneles de tipo 'Fast IPS' que logran tiempos de respuesta de 1ms GtG (gris a gris) o incluso inferiores, sin sacrificar por completo la calidad del color. Para sostener los 360 FPS necesarios para sacarle partido a un monitor 360 hz, se requiere el hardware más potente del mercado: lo último en procesadores de Intel o AMD y las tarjetas gráficas más potentes de NVIDIA o AMD. La inversión en un sistema de este calibre es considerable, por lo que estos monitores están reservados para un nicho muy específico de usuarios. ASUS ROG Swift y Dell Alienware son dos de las principales marcas que impulsan esta tecnología. Además, los fabricantes ya están mirando hacia el futuro, con monitores de 480 Hz y 540 Hz en el horizonte, prometiendo llevar la fluidez a niveles que antes eran inimaginables.
En el contexto empresarial y de eventos, la elección también es estratégica. Un proveedor de servicios de venta y renta de equipos de tecnología podría estructurar su catálogo basándose en estos niveles. Ofrecer un monitor 75 hz como opción estándar para oficinas mejora la ergonomía y la experiencia del empleado. Disponer de un stock de monitores de 144 Hz y 165 Hz para alquiler es perfecto para LAN parties, pequeños torneos o estaciones de demo de productos. Para eventos de eSports de alto nivel, la capacidad de alquilar un conjunto de monitores de 240 Hz o incluso de 360 Hz puede ser un diferenciador clave, atrayendo a equipos profesionales y garantizando una competición en igualdad de condiciones técnicas. Esta oferta puede extenderse a otros accesorios como laptops para gaming, proyectores de alta definición para espectadores y bocinas de calidad para una experiencia inmersiva completa.

Más Allá de los Hercios: Factores Clave para la Elección Perfecta de tu Monitor
Si bien la tasa de refresco, o 'Monitor Hz', es un factor determinante para la fluidez, tomar una decisión de compra informada requiere mirar el panorama completo. Un monitor es un complejo ecosistema de tecnologías que deben trabajar en armonía. Una alta tasa de refresco emparejada con un tiempo de respuesta lento, una baja resolución o una pobre reproducción del color puede resultar en una experiencia desequilibrada y decepcionante. Por ello, es crucial entender cómo interactúan las diferentes especificaciones para encontrar el monitor que no solo sea rápido, sino que también ofrezca la calidad de imagen, la precisión y las características que tus computadoras y tú necesitáis, ya sea para aniquilar enemigos, crear obras de arte digitales o gestionar complejas hojas de cálculo.
1. Resolución: La Búsqueda de la Nitidez
La resolución se refiere al número de píxeles que un monitor puede mostrar, típicamente expresado como ancho x alto (por ejemplo, 1920x1080). Más píxeles significan una imagen más nítida y detallada. Existe un equilibrio fundamental entre la resolución y la tasa de refresco, ya que resoluciones más altas son más exigentes para la tarjeta gráfica. [8]
- Full HD (1920x1080): Sigue siendo la resolución más popular, especialmente en el gaming competitivo. Permite a las GPUs alcanzar tasas de fotogramas muy altas, lo cual es ideal para un monitor 240 hz o un monitor 360 hz. Es perfecta para tamaños de pantalla de hasta 25 pulgadas.
- QHD / 1440p (2560x1440): Considerado por muchos como el punto dulce actual. Ofrece un aumento significativo de nitidez sobre el Full HD sin ser tan exigente como el 4K. [8] Un monitor 144 hz o monitor 165 hz a 1440p es una combinación fantástica para una experiencia de juego inmersiva y detallada en pantallas de 27 pulgadas.
- 4K / UHD (3840x2160): Proporciona una claridad de imagen excepcional, ideal para creadores de contenido, diseñadores y para aquellos que buscan la máxima fidelidad visual en juegos de un solo jugador. Sin embargo, alcanzar altas tasas de refresco en 4K requiere un hardware extremadamente potente. Monitores 4K a 144 Hz se están volviendo más comunes, pero siguen siendo una opción premium.
2. Tipo de Panel: El Corazón de la Imagen
La tecnología del panel LCD subyacente tiene un impacto masivo en el rendimiento del monitor. [14] Cada tipo tiene sus propias fortalezas y debilidades. [17]
- TN (Twisted Nematic): Históricamente, los paneles TN eran los más rápidos, con los tiempos de respuesta más bajos, lo que los hacía ideales para el gaming competitivo. Sin embargo, su principal desventaja es la pobre reproducción del color y los ángulos de visión limitados. [28] Aunque los paneles modernos han mejorado, siguen siendo la opción preferida casi exclusivamente para quienes priorizan la velocidad por encima de todo.
- VA (Vertical Alignment): Los paneles VA son conocidos por su excelente relación de contraste, produciendo negros profundos y blancos brillantes. [14] Esto los hace fantásticos para ver películas y jugar en habitaciones oscuras. Su reproducción del color es generalmente mejor que la de los TN. Su principal debilidad ha sido un tiempo de respuesta más lento, que puede causar algo de "ghosting" o estelas en escenas rápidas, aunque los paneles VA modernos han mejorado enormemente en este aspecto.
- IPS (In-Plane Switching): Los paneles IPS son los campeones de la precisión del color y los ángulos de visión. [17, 38] Son la elección predilecta de los profesionales creativos (fotógrafos, diseñadores, editores de video) por su capacidad para mostrar colores vivos y precisos. En el pasado, los paneles IPS eran más lentos, pero gracias a tecnologías como "Fast IPS" o "Nano IPS", ahora pueden competir con los paneles TN en velocidad, ofreciendo tiempos de respuesta de 1ms. Un monitor 165 hz con panel IPS ofrece una combinación espectacular de fluidez y belleza visual.
- OLED (Organic Light Emitting Diode): Es la tecnología más nueva y premium en monitores de PC. [31] A diferencia de los paneles LCD, los píxeles OLED emiten su propia luz, lo que les permite apagarse por completo para lograr negros perfectos y un contraste infinito. [4] También tienen tiempos de respuesta casi instantáneos, eliminando el ghosting. Son excelentes para juegos y consumo de contenido HDR, aunque pueden ser susceptibles al "burn-in" con imágenes estáticas prolongadas y suelen ser más caros.
3. Tiempo de Respuesta: Combatiendo el Desenfoque
El tiempo de respuesta, medido en milisegundos (ms), indica cuánto tarda un píxel en cambiar de un color a otro (típicamente de gris a gris, o GtG). Un tiempo de respuesta alto causa "ghosting" o desenfoque de movimiento, donde los objetos en movimiento dejan una estela. Para el gaming, especialmente con un monitor 144 hz o superior, es crucial buscar un tiempo de respuesta de 4ms o menos, siendo 1ms GtG el ideal para minimizar el desenfoque y mantener la claridad de la imagen. [18]
4. Cuidado de la Elección: Venta y Renta de Equipos Tecnológicos
La elección de un monitor también tiene una dimensión empresarial importante. Para las compañías que se dedican a la venta y renta de equipos y accesorios de oficina y tecnología, ofrecer una cartera diversificada es clave. Por ejemplo, podrían ofrecer un paquete de oficina estándar que incluya computadoras fiables y un monitor 75 hz, proporcionando una mejora ergonómica tangible. Para clientes con necesidades más especializadas como agencias de diseño, la oferta debería incluir monitores IPS de alta resolución con calibración de color precisa. En el sector de eventos, la capacidad de alquilar equipos de última generación es un gran atractivo. Un organizador de torneos de eSports buscará un proveedor que pueda suministrar docenas de unidades de un monitor 240 hz o incluso monitor 360 hz para garantizar una competición justa y de alto nivel. La oferta de alquiler puede complementarse con laptops de alto rendimiento, proyectores para las audiencias y sistemas de bocinas de calidad. Establecer relaciones con marcas reconocidas como BenQ, Dell, o HP no solo asegura la calidad del producto, sino también el soporte técnico necesario. Para orientar a los clientes, es útil crear comparativas de precios y especificaciones que justifiquen la inversión o el costo del alquiler, demostrando el valor añadido de cada tecnología. Para obtener análisis técnicos profundos y comparativas fiables, una fuente externa de gran calidad es la web RTINGS.com, conocida por sus exhaustivas pruebas de monitores.
5. Configuración y Conectividad: No Olvides los Detalles
Finalmente, una vez que has elegido tu monitor, es vital configurarlo correctamente. Muchos usuarios cometen el error de conectar su nuevo monitor de alta tasa de refresco y asumir que funciona a su máxima capacidad. Es necesario entrar en la configuración de pantalla de Windows o macOS (en Windows: Configuración > Sistema > Pantalla > Configuración avanzada de pantalla) y seleccionar manualmente la tasa de refresco deseada. [3, 22, 33] Además, el tipo de cable es importante. DisplayPort es generalmente la mejor opción para altas tasas de refresco y resoluciones, aunque los últimos estándares de HDMI (2.1) también pueden soportarlas. [21] Asegúrate de que el monitor tenga los puertos que necesitas para tus computadoras y otros dispositivos, como USB-C para una conexión de un solo cable con laptops, o un hub USB integrado para conectar periféricos fácilmente. [20] Tomando en cuenta todos estos factores junto con el 'Monitor Hz', estarás equipado para tomar una decisión verdaderamente informada que elevará tu experiencia informática al siguiente nivel.