G-Sync Fundamental: El Fin del Tearing en Computadoras para Gaming
En el vertiginoso mundo del gaming en PC, la fluidez y la calidad de imagen son dos de los pilares más importantes para una experiencia inmersiva. Durante años, los jugadores han luchado con un molesto problema conocido como 'screen tearing' o desgarro de pantalla. Este artefacto visual ocurre cuando la tarjeta gráfica (GPU) de las computadoras envía fotogramas a una velocidad diferente a la que el monitor puede refrescar su pantalla. El resultado es una imagen partida, donde se muestran fragmentos de dos o más fotogramas a la vez, rompiendo por completo la inmersión. Para combatir esto, surgieron soluciones como V-Sync (Sincronización Vertical), que intentaba forzar a la GPU a esperar al monitor. Sin embargo, V-Sync introducía sus propios problemas, principalmente el 'stuttering' (micro-tirones) y un aumento notable en el 'input lag' (retraso de entrada), algo inaceptable para los jugadores competitivos. Aquí es donde entra en escena una de las innovaciones más significativas de la última década en el ámbito de los monitores: la tecnología NVIDIA G-Sync. [4, 6] Lanzada en 2013, G-Sync propuso una solución radicalmente diferente: en lugar de que la GPU se adapte al monitor, el monitor se adapta dinámicamente a la GPU. [2] Esta tecnología de tasa de refresco variable (VRR, por sus siglas en inglés) permite que el monitor ajuste su ciclo de refresco en tiempo real para coincidir exactamente con la velocidad de fotogramas que la GPU está produciendo. [3, 5] Si tu tarjeta gráfica renderiza un juego a 87 fotogramas por segundo (FPS), un monitor con G-Sync ajustará su tasa de refresco a 87Hz en ese preciso instante. Si en el siguiente segundo la carga gráfica aumenta y los FPS bajan a 54, el monitor se sincronizará a 54Hz. Esta sincronización perfecta entre la GPU y el monitor elimina por completo el tearing y reduce drásticamente el stuttering y el input lag, ofreciendo una experiencia de juego extraordinariamente suave y receptiva. [6, 10]
La Magia del Módulo de Hardware Propietario de NVIDIA
La implementación original y más pura de la tecnología NVIDIA G-Sync se basa en un módulo de hardware propietario, un chip scaler especializado que NVIDIA vende a los fabricantes de monitores. [4, 12] Este chip reemplaza el scaler estándar del monitor y se encarga de gestionar la comunicación directa con la GPU GeForce compatible. [3] La ventaja de este enfoque es el control total que tiene NVIDIA sobre la experiencia. Cada monitor que lleva el sello 'G-Sync' ha pasado por un riguroso proceso de pruebas y certificación de más de 300 tests en los laboratorios de NVIDIA. [1, 35] Estas pruebas aseguran no solo que la sincronización variable funcione a la perfección en todo el rango de frecuencias del monitor (desde 1Hz hasta el máximo que soporte), sino que también se optimizan otros aspectos cruciales como el color, el contraste y, muy importante, el 'variable overdrive'. El 'overdrive' es una técnica que aplica un pequeño voltaje extra a los cristales líquidos del panel para acelerar sus transiciones de color y reducir el 'ghosting' o estela. En un monitor con tasa de refresco fija, el overdrive es sencillo de calibrar. Sin embargo, en un escenario de VRR donde la frecuencia cambia constantemente, un overdrive mal implementado puede causar artefactos visuales como el 'inverse ghosting' (coronas brillantes). El módulo G-Sync ajusta dinámicamente el nivel de overdrive en función de la tasa de refresco actual, garantizando una imagen nítida y sin estelas en cualquier framerate. [3] Esta atención al detalle es lo que distingue a los monitores G-Sync nativos y justifica, en parte, su precio más elevado en comparación con otras soluciones. [21] En el competitivo mundo del gaming, elegir un monitor g sync 144hz se ha convertido en un estándar de facto para muchos jugadores serios. La combinación de una alta tasa de refresco, que proporciona una increíble sensación de fluidez y una menor latencia de movimiento, con la eliminación de artefactos gracias a G-Sync, crea una ventaja competitiva tangible. Un monitor g sync 144hz permite que los jugadores reaccionen más rápido y sigan a los objetivos en movimiento con mayor precisión. [1] Marcas como ASUS, Acer, Dell (a través de Alienware) y LG han sido pioneras en la producción de estos monitores, ofreciendo una amplia gama de opciones en diferentes tamaños y resoluciones. La conexión tradicional para esta tecnología ha sido el DisplayPort, ya que ofrecía el ancho de banda y las especificaciones necesarias para la comunicación entre el módulo G-Sync y la GPU. [37] Sin embargo, el panorama está cambiando, y la llegada del estándar g sync hdmi 2.1 ha abierto nuevas y emocionantes posibilidades, que exploraremos más adelante. A medida que avanzaba la tecnología, surgió el debate sobre alternativas más abiertas y económicas, lo que llevó a la popularización de AMD FreeSync y, eventualmente, a la respuesta de NVIDIA con G-Sync Compatible, creando una interesante dinámica de mercado donde las palabras clave freesync g sync y g sync freesync se convirtieron en temas de intensa discusión en foros y reviews de tecnología de todo el mundo.
Los Tiers de G-Sync: Compatible, Nativo y Ultimate
Para segmentar el mercado y ofrecer diferentes niveles de rendimiento (y precio), NVIDIA ha estructurado G-Sync en tres categorías principales: G-Sync Compatible, G-Sync (nativo) y G-Sync Ultimate. [1, 12, 19] Comprender sus diferencias es fundamental para tomar una decisión de compra informada. G-Sync Compatible: Esta es la categoría de entrada. [1] Los monitores 'G-Sync Compatible' no contienen el módulo de hardware propietario de NVIDIA. En su lugar, son monitores que utilizan el estándar abierto VESA Adaptive-Sync, que es la misma tecnología base que utiliza AMD FreeSync. [4] NVIDIA realiza una serie de pruebas para validar que estos monitores ofrecen una experiencia VRR básica de calidad, sin parpadeos, pulsaciones u otros artefactos molestos cuando se usan con una tarjeta gráfica NVIDIA GeForce (GTX 10-series o más reciente). [4] Si el monitor pasa la certificación, los drivers de NVIDIA lo reconocerán y activarán la función G-Sync de forma automática. [15] Aunque la lista oficial de monitores compatibles es extensa, NVIDIA también permite a los usuarios forzar la activación de G-Sync en monitores FreeSync no validados, aunque los resultados pueden variar. Esta categoría es crucial en el debate g sync freesync, ya que efectivamente permite a los usuarios de NVIDIA aprovechar el ecosistema de monitores FreeSync, que suelen ser más asequibles. [17] G-Sync (Nativo): Este es el estándar de oro original que hemos descrito anteriormente. [1] Estos monitores integran el procesador G-Sync de NVIDIA, lo que garantiza el mejor rendimiento de su clase. [19] Las ventajas clave sobre 'G-Sync Compatible' son: el soporte de VRR en todo el rango de refresco del monitor (muchas veces desde 1Hz hasta el máximo), el 'variable overdrive' perfectamente ajustado para evitar el ghosting en cualquier FPS, y una latencia ultra baja gracias al scaler especializado. [3] Son monitores sometidos a las más de 300 pruebas de NVIDIA y están dirigidos a entusiastas y jugadores de eSports que exigen la máxima fiabilidad y rendimiento sin concesiones. [19] Un monitor g sync 144hz nativo es una pieza de hardware de alto rendimiento diseñada para una función específica: el gaming de élite. G-Sync Ultimate: Esta es la cúspide de la tecnología G-Sync. [1] Los monitores G-Sync Ultimate no solo incluyen el procesador G-Sync avanzado, sino que también deben cumplir con estrictos requisitos de calidad de imagen HDR (High Dynamic Range). [19] Originalmente, esto significaba un brillo máximo de al menos 1000 nits y retroiluminación FALD (Full-Array Local Dimming) con cientos de zonas. [9] Aunque NVIDIA ha flexibilizado ligeramente el requisito de los 1000 nits, sustituyéndolo por un criterio de 'HDR realista', estos monitores siguen ofreciendo la mejor experiencia HDR posible en el mundo del gaming, con un contraste espectacular, colores de calidad cinematográfica y una latencia mínima. [1, 9] Son la opción premium para quienes buscan la máxima fidelidad visual en sus computadoras. Además, la expansión hacia televisores de gran formato (BFGDs) y la mejora de la conectividad a través de g sync hdmi han sido claves en la evolución de esta categoría Ultimate. La lucha por la supremacía visual entre freesync g sync es menos pronunciada en este segmento de ultra-alta gama, donde las soluciones de NVIDIA han mantenido una ventaja histórica gracias a su control de hardware y su estricto proceso de certificación.

G-Sync vs FreeSync: La Batalla por la Sincronización Perfecta
El debate entre NVIDIA G-Sync y AMD FreeSync es una de las discusiones más recurrentes y apasionadas en las comunidades de hardware y gaming de computadoras. Ambas tecnologías persiguen el mismo objetivo: eliminar el screen tearing y el stuttering mediante la sincronización de la tasa de refresco del monitor con los fotogramas por segundo de la GPU. [11] Sin embargo, sus filosofías, implementación técnica y modelos de negocio son fundamentalmente diferentes, lo que genera una compleja matriz de ventajas y desventajas para el consumidor. Entender a fondo la dinámica freesync g sync o g sync freesync es crucial para cualquiera que esté montando o actualizando un PC para juegos. La principal diferencia radica en su naturaleza: G-Sync es una solución propietaria con un componente de hardware dedicado (en sus versiones nativa y Ultimate), mientras que FreeSync se basa en el estándar abierto Adaptive-Sync de VESA, lo que la convierte en una tecnología libre de royalties para los fabricantes de monitores. [4, 18] Esta divergencia inicial tiene profundas implicaciones en el costo, la compatibilidad y el nivel de rendimiento garantizado. G-Sync, con su módulo de hardware y su riguroso proceso de certificación, generalmente se encuentra en monitores de gama media y alta, con un sobrecoste asociado. [21] En contraste, FreeSync, al ser un estándar abierto, ha permitido una proliferación masiva de monitores compatibles en todos los rangos de precios, desde modelos de entrada muy económicos hasta pantallas de alto rendimiento. [18] Esta accesibilidad es, sin duda, la mayor fortaleza de AMD en esta contienda tecnológica. Para los jugadores, la elección a menudo comienza con la tarjeta gráfica. Históricamente, si tenías una GPU NVIDIA GeForce, tu única opción para VRR era un monitor G-Sync. Si tenías una GPU AMD Radeon, necesitabas un monitor FreeSync. Sin embargo, en 2019, NVIDIA alteró radicalmente este paradigma al introducir el programa 'G-Sync Compatible', que, como hemos visto, valida monitores FreeSync para que funcionen con sus tarjetas gráficas. [4] Esta decisión, aunque estratégica para ampliar su base de usuarios, también reconoció la madurez y la calidad que el ecosistema FreeSync había alcanzado.
Rendimiento y Certificación: La Garantía de NVIDIA frente a la Flexibilidad de AMD
Si bien el costo es un factor decisivo para muchos, la discusión sobre el rendimiento es donde el debate g sync freesync se vuelve más técnico y matizado. La principal ventaja de los monitores G-Sync nativos (con módulo) es la garantía de una experiencia consistente y de alta calidad. [19] El módulo de NVIDIA asegura que la tecnología VRR funcione en todo el rango de refresco del monitor, desde 1Hz hasta el máximo (por ejemplo, en un monitor g sync 144hz, el rango sería de 1-144Hz). [3, 24] Esto es importante porque si los FPS del juego caen por debajo del rango mínimo del monitor (por ejemplo, 48Hz en muchos monitores FreeSync básicos), la VRR se desactiva, lo que puede provocar tearing o un stuttering muy perceptible. Para solucionar esto, AMD introdujo LFC (Low Framerate Compensation), una tecnología que, cuando los FPS caen por debajo del mínimo, duplica o triplica los fotogramas para mantenerlos dentro del rango VRR y la experiencia fluida. [2] Si bien LFC funciona bien en la mayoría de los casos, la solución de G-Sync nativo es intrínsecamente más robusta. Otra ventaja clave del módulo G-Sync es el control del 'variable overdrive'. Como se mencionó, esto asegura que no haya estelas o halos inversos a diferentes tasas de refresco, un problema que puede plagar a algunos monitores FreeSync cuya implementación de overdrive no es tan sofisticada. [3, 26] El proceso de certificación de NVIDIA, con sus más de 300 pruebas, abarca no solo el rendimiento de VRR, sino también la calidad del color, el brillo y la latencia, ofreciendo al consumidor una especie de 'sello de calidad' garantizado. [35] Por otro lado, el ecosistema FreeSync es más heterogéneo. AMD también tiene sus propios tiers: FreeSync, FreeSync Premium y FreeSync Premium Pro. [11] 'FreeSync Premium' requiere un mínimo de 120Hz a resolución 1080p y la implementación de LFC, garantizando una experiencia de juego más sólida. [2] 'FreeSync Premium Pro' añade requisitos estrictos de HDR, posicionándose como el competidor directo de G-Sync Ultimate. [11, 18] Sin embargo, la certificación de AMD es menos estricta en general que la de G-Sync Nativo/Ultimate, lo que significa que la calidad y el rendimiento pueden variar más significativamente entre diferentes modelos de monitores FreeSync. Un usuario puede encontrar un excelente monitor g sync 144hz 'compatible' que funciona de maravilla, pero otro modelo, con especificaciones aparentemente similares, podría presentar parpadeos o un rendimiento de overdrive inferior. La clave para el consumidor en el lado de FreeSync es investigar a fondo, leyendo reseñas especializadas (como las de RTINGS.com o Hardware Unboxed) que analicen el rendimiento VRR específico de cada modelo. La conectividad también ha sido un punto de diferenciación. G-Sync ha dependido tradicionalmente de DisplayPort. [37] FreeSync, por su parte, tuvo soporte para HDMI desde versiones anteriores. [18] No obstante, esta brecha se ha cerrado con la implementación de g sync hdmi 2.1, que permite llevar la experiencia G-Sync a televisores y otros dispositivos, algo crucial para el gaming en el salón.
El Ascenso de G-Sync Compatible y la Conexión HDMI
La introducción de 'G-Sync Compatible' fue un punto de inflexión en la guerra de los estándares de sincronización. Para los propietarios de computadoras con tarjetas NVIDIA, de repente se abrió un vasto catálogo de monitores FreeSync. Esto ejerció una presión a la baja sobre los precios de los monitores VRR en general y democratizó el acceso a una experiencia de juego sin tearing. La pregunta clave para un consumidor ahora es: ¿vale la pena pagar más por un monitor G-Sync nativo o es suficiente con un buen modelo 'G-Sync Compatible'? La respuesta depende del nivel de exigencia y del presupuesto. Para un jugador casual o de nivel medio, un monitor 'G-Sync Compatible' bien reseñado, especialmente uno con certificación FreeSync Premium, ofrecerá una experiencia excelente y prácticamente indistinguible de un modelo nativo en muchos escenarios. Para los jugadores profesionales o los perfeccionistas del hardware que no toleran el más mínimo artefacto visual y buscan la latencia más baja posible, la garantía de rendimiento del módulo G-Sync nativo, especialmente el 'variable overdrive' y el rango VRR completo, sigue justificando la inversión adicional. [26] Otra evolución tecnológica de suma importancia ha sido la expansión de g sync hdmi. Con la llegada del estándar HDMI 2.1, que ofrece un ancho de banda masivo, NVIDIA ha podido llevar G-Sync a una nueva categoría de pantallas: los televisores de alta gama, especialmente los modelos OLED de LG, Samsung y otros fabricantes. [12] Esto es revolucionario por varias razones. Primero, permite a los jugadores de PC disfrutar de sus juegos en pantallas de gran formato (55, 65, 77 pulgadas o más) con la misma fluidez y ausencia de tearing que en sus monitores de escritorio. [12] La combinación de la calidad de imagen superior de un panel OLED (con sus negros perfectos y colores vibrantes) y la suavidad de G-Sync es, para muchos, la experiencia visual definitiva. Segundo, cierra la brecha entre el gaming de PC y el de consola, ya que HDMI 2.1 también es el estándar utilizado por las consolas de última generación (PlayStation 5 y Xbox Series X) para sus propias implementaciones de VRR. Esto significa que un televisor 'G-Sync Compatible' de última generación es un centro de entretenimiento versátil, capaz de ofrecer la mejor experiencia tanto para una PC de alta gama conectada vía g sync hdmi como para una consola. La elección entre las diferentes tecnologías ya no es una simple cuestión de freesync g sync, sino un ecosistema más complejo donde la compatibilidad, el rendimiento deseado, el tipo de pantalla (monitor vs. TV) y el presupuesto deben sopesarse cuidadosamente. Para un usuario que busca un monitor g sync 144hz para su escritorio, las opciones son amplias, desde modelos 'Compatibles' asequibles hasta nativos de alto rendimiento. Para el que sueña con jugar en un OLED de 77 pulgadas en su salón, la certificación g sync hdmi se convierte en el factor decisivo. La competencia ha beneficiado al consumidor, ofreciendo más opciones y mejores precios, pero también exige un mayor nivel de información para navegar por un paisaje tecnológico cada vez más sofisticado.

Guía Práctica: Eligiendo, Configurando y Maximizando tu Experiencia G-Sync
Una vez entendidos los fundamentos de la tecnología NVIDIA G-Sync y sus diferencias con AMD FreeSync, el siguiente paso es la aplicación práctica: cómo elegir el monitor adecuado para tus computadoras, cómo configurarlo correctamente y qué hacer para asegurar que estás obteniendo el máximo rendimiento. Esta fase es crucial, ya que una mala elección de hardware o una configuración incorrecta pueden anular por completo los beneficios de esta revolucionaria tecnología. Tomar una decisión informada no solo implica mirar el logo en la caja, sino también considerar el panel, la resolución, la tasa de refresco y cómo se integra todo el conjunto con tu tarjeta gráfica y tus hábitos de juego. El punto de partida para muchos gamers es el codiciado monitor g sync 144hz. [1] Esta especificación se ha convertido en el 'punto dulce' del mercado por una buena razón. Una tasa de refresco de 144Hz ofrece una mejora drástica en la fluidez y claridad del movimiento en comparación con los 60Hz tradicionales, lo que reduce el desenfoque de movimiento y permite a los jugadores reaccionar más rápido en juegos de ritmo acelerado como shooters en primera persona o MOBAs. [1] Al combinar esto con G-Sync, se obtiene lo mejor de ambos mundos: alta fluidez y ausencia total de tearing. Pero, ¿qué más hay que tener en cuenta? La resolución es el siguiente factor clave. Un monitor g sync 144hz puede venir en 1080p (1920x1080), 1440p (2560x1440) o 4K (3840x2160). La elección depende en gran medida de la potencia de tu GPU. Para una tarjeta de gama media (como una RTX 4060), un monitor 1080p/1440p es ideal para mantener altos FPS. Para una GPU de gama alta (como una RTX 4080 o 4090), un monitor 1440p o incluso 4K a 144Hz es factible. Recuerda que G-Sync ayuda a suavizar la experiencia cuando los FPS fluctúan, pero no aumenta los FPS. [5] El tipo de panel también es vital: IPS (In-Plane Switching) ofrece los mejores ángulos de visión y la reproducción de color más precisa, siendo ideal para creadores de contenido y gamers que valoran la calidad de imagen. VA (Vertical Alignment) destaca por su excelente contraste, produciendo negros más profundos, lo que es genial para jugar en habitaciones oscuras. TN (Twisted Nematic), aunque con peores colores y ángulos de visión, históricamente ofrecía los tiempos de respuesta más rápidos, aunque los paneles IPS y OLED modernos han cerrado mucho esta brecha. Hoy en día, muchos de los mejores monitores gaming utilizan paneles 'Fast IPS' o OLED para combinar velocidad y calidad de imagen. [31]
Configuración Paso a Paso y Consejos de Optimización
Comprar un monitor G-Sync es solo la mitad del trabajo; configurarlo correctamente es esencial. El proceso es relativamente sencillo pero requiere atención a ciertos detalles. [10, 47] Primero, asegúrate de conectar el monitor a tu tarjeta gráfica NVIDIA utilizando un cable DisplayPort de buena calidad. [37] Aunque g sync hdmi es una opción en los modelos más nuevos, DisplayPort sigue siendo la conexión más fiable y recomendada para monitores de escritorio. [15] Una vez conectado, sigue estos pasos:
- Habilita la función en el monitor: Entra en el menú de configuración de tu monitor (OSD) y busca una opción llamada 'Adaptive-Sync', 'FreeSync' o 'G-Sync' y asegúrate de que esté activada. [15]
- Instala los últimos drivers de NVIDIA: Visita el sitio web de NVIDIA o utiliza la aplicación GeForce Experience para descargar e instalar los controladores más recientes para tu GPU.
- Abre el Panel de Control de NVIDIA: Haz clic derecho en tu escritorio y selecciona 'Panel de control de NVIDIA'. [47]
- Configura G-Sync: En el menú de la izquierda, ve a 'Pantalla' -> 'Configurar G-SYNC'. Marca la casilla 'Activar G-SYNC, Compatible con G-SYNC'. [10]
- Elige el modo de pantalla: Tendrás la opción de activarlo para 'Modo de pantalla completa' o 'Activar para modo de ventana y pantalla completa'. Se recomienda la segunda opción para mayor flexibilidad, aunque algunos sistemas más antiguos pueden funcionar mejor solo en pantalla completa. [47]
- Ajustes 3D recomendados: Ve a 'Controlar la configuración 3D'. En la pestaña 'Configuración global', busca la opción 'Tecnología de monitor' y asegúrate de que esté en 'Compatible con G-SYNC'. Luego, busca 'Sincronización vertical' (V-Sync) y establécela en 'Activado'. Esto puede parecer contraintuitivo, pero es la configuración recomendada por los expertos. Cuando G-Sync está activo, anula a V-Sync, pero si tus FPS superan la tasa de refresco máxima de tu monitor, este V-Sync del panel de control actuará como un limitador de fotogramas para evitar el tearing en ese extremo superior, con menos input lag que el V-Sync del juego. Finalmente, para una experiencia óptima, utiliza un limitador de fotogramas (ya sea en el juego o a través de software como RivaTuner Statistics Server) para limitar tus FPS a 3-5 por debajo de la tasa de refresco máxima de tu monitor (por ejemplo, 141 FPS en un monitor de 144Hz). Esto asegura que G-Sync esté siempre activo y evita la latencia adicional del V-Sync en el límite superior.
El Futuro de G-Sync: Empresas, Alquiler y Más Allá del Gaming
La tecnología G-Sync, aunque nacida y criada en el mundo del gaming, tiene implicaciones que van más allá del entretenimiento. En entornos profesionales que dependen de la fluidez visual, como la simulación de vuelo, el diseño arquitectónico en 3D o la edición de vídeo, la eliminación de artefactos visuales y la reducción del input lag pueden mejorar la precisión y reducir la fatiga visual. Las computadoras de estaciones de trabajo equipadas con tarjetas NVIDIA Quadro y monitores G-Sync pueden ofrecer una experiencia de visualización mucho más estable y cómoda. Además, el mercado de eventos y producción está empezando a ver el valor de esta tecnología. Para torneos de eSports, ferias de tecnología o lanzamientos de productos, la opción de venta y, sobre todo, de renta de equipos de oficina y gaming de alto rendimiento es cada vez más popular. Una empresa organizadora de eventos puede alquilar un conjunto de PCs de alta gama, cada uno con un monitor g sync 144hz, para garantizar que los competidores tengan la mejor experiencia posible, sin quejas sobre el rendimiento del hardware. Esta misma lógica se aplica a empresas que quieran realizar pruebas de concepto o evaluaciones de hardware antes de una compra a gran escala, pudiendo alquilar diferentes configuraciones para ver cuál se adapta mejor a sus necesidades. La expansión a través de g sync hdmi también abre puertas en el sector corporativo y de la hostelería de lujo. Salas de juntas, 'media rooms' en hoteles de alta gama o salones de demostración pueden beneficiarse de televisores de gran formato con G-Sync para presentaciones fluidas y de alto impacto visual. La tecnología subyacente de NVIDIA G-Sync, en su esencia, se trata de perfeccionar la interfaz entre el procesador gráfico y la pantalla. Mientras esta interfaz siga siendo fundamental para cómo interactuamos con la información digital, las aplicaciones potenciales seguirán creciendo. En resumen, ya sea que estés en el fragor de la batalla en un juego online, diseñando el próximo rascacielos o presentando un proyecto crucial, la claridad y fluidez que G-Sync aporta a las computadoras modernas representa un salto cualitativo significativo, solidificando su lugar como una de las tecnologías de visualización más importantes de nuestra era. La constante evolución y la competencia con alternativas como freesync g sync solo aseguran que esta tecnología seguirá mejorando y volviéndose más accesible para todos.