El Pilar de los Periféricos: Una Inmersión Profunda en el Cable USB Tipo B
Cuando hablamos de conectar periféricos a nuestras computadoras, la variedad de cables y conectores puede parecer infinita. Sin embargo, durante décadas, un conector ha reinado silenciosamente en el mundo de los dispositivos de oficina: el cable USB tipo b. A menudo llamado 'el cable de impresora', su icónica forma casi cuadrada con esquinas superiores biseladas es instantáneamente reconocible para cualquiera que haya configurado una oficina en casa o en un entorno profesional. [4] Pero, ¿qué es exactamente este conector y por qué, en una era dominada por el USB-C, sigue siendo tan relevante? El estándar Universal Serial Bus (USB) se introdujo en 1996 con el objetivo de simplificar la conexión de dispositivos, y desde el principio, se diseñó con dos tipos principales de conectores: Tipo A y Tipo B. [17] El conector Tipo A, el rectángulo plano que todos conocemos, está diseñado para el extremo 'host' (la computadora, la consola de juegos, etc.), mientras que el conector Tipo B se diseñó para el extremo 'periférico' (la impresora, el escáner, etc.). [2] Esta distinción fue deliberada para evitar que los usuarios crearan bucles eléctricos peligrosos al conectar dos computadoras directamente. Por lo tanto, un cable tipo b estándar casi siempre tendrá un conector Tipo A en un extremo y un Tipo B en el otro.
La evolución del cable usb tipo b ha ido de la mano con la evolución de los estándares USB. El conector original fue diseñado para USB 1.0 y 2.0. Con el USB 2.0, que ofrecía velocidades de hasta 480 Mbps, este cable se convirtió en el estándar de facto para una gran cantidad de dispositivos que no necesitaban la máxima velocidad pero sí una conexión estable y fiable. Pensemos en impresoras, escáneres, faxes multifunción y proyectores. Incluso hoy en día, muchos de estos equipos nuevos siguen viniendo con un puerto USB Tipo B porque la velocidad del USB 2.0 es más que suficiente para enviar documentos a imprimir o para escanear imágenes a una resolución estándar. Además, la robustez física del conector Tipo B ofrece una conexión más segura y menos propensa a desconexiones accidentales que sus contrapartes más pequeñas, como el Mini-USB o el Micro-USB. Este último, técnicamente llamado Micro-USB Type-B, se convirtió en el estándar para la carga y transferencia de datos en la mayoría de los smartphones Android y otros dispositivos portátiles antes de la llegada del USB-C, por lo que el término cargador entrada tipo b se asocia comúnmente con este conector Micro-USB. [26]
Con la llegada del USB 3.0 (ahora llamado USB 3.2 Gen 1), que aumentó las velocidades a 5 Gbps, el conector Tipo B tuvo que ser rediseñado para acomodar pines adicionales. [23] El resultado fue el conector USB 3.0 Type-B, que es más alto y a menudo de color azul para diferenciarlo. [38] Es compatible hacia atrás, lo que significa que un puerto USB 3.0 Tipo B en un dispositivo aceptará un cable USB 2.0 cable tipo b, aunque funcionará a velocidades de USB 2.0. Estos conectores 3.0 son comunes en discos duros externos de escritorio y estaciones de acoplamiento (docks) que requieren una transferencia de datos más rápida con las computadoras. La elección de seguir usando una forma de Tipo B para estos dispositivos se debe, una vez más, a la estabilidad y la capacidad de proporcionar más energía que los conectores más pequeños de la misma era. A pesar de la existencia de estos estándares más rápidos, en el entorno de oficina y para muchos accesorios tecnológicos, el cable usb tipo b original sigue siendo rey. Marcas de renombre como HP, Canon, Epson, y Brother continúan fabricando impresoras y equipos multifunción con este puerto. Esto es crucial para las empresas que se dedican a la venta y renta de equipos de oficina, ya que deben garantizar la compatibilidad con una amplia gama de computadoras, tanto nuevas como antiguas. Disponer de un stock de cables Tipo B de alta calidad es fundamental. Un cable de mala calidad puede causar fallos de comunicación, impresiones fallidas y una gran frustración para el usuario.
Mientras que el cable usb tipo b domina las conexiones de periféricos, el mundo de las redes tiene su propio 'Tipo B'. Hablamos del cable de red tipo b, o más precisamente, el estándar de cableado T568B para cables UTP (Par Trenzado No Apantallado). [8] Es vital no confundir estos dos. El cable utp tipo b se refiere al orden en que los ocho hilos de colores dentro de un cable Ethernet se insertan en un conector RJ45. [7] Aunque profundizaremos en esto más adelante, es interesante notar cómo la letra 'B' designa un estándar robusto y ampliamente adoptado en dos dominios diferentes de la conectividad informática. Por un lado, una conexión física para un dispositivo; por otro, un esquema de cableado para la infraestructura de red. Ambos son esenciales para el funcionamiento de las computadoras en un entorno moderno. Para el técnico de TI, el administrador de oficina o incluso el usuario avanzado, comprender las diferencias y aplicaciones de un cable usb tipo b, un cargador entrada tipo b (Micro-USB), y un cable de red tipo b es fundamental para diagnosticar problemas y mantener los sistemas funcionando sin problemas. La omnipresencia del cable tipo b en periféricos legados y nuevos asegura que, a pesar del avance hacia nuevas tecnologías, seguirá siendo una herramienta indispensable en nuestro arsenal tecnológico durante muchos años.

La Columna Vertebral de la Red: Entendiendo el Estándar de Cableado Tipo B (T568B)
Cuando conectamos nuestras computadoras a una red mediante un cable, rara vez pensamos en la complejidad que se esconde dentro de esa cubierta de plástico. Ese cable, comúnmente llamado cable de Ethernet, es la autopista por la que fluyen nuestros datos, y su correcta construcción es vital para una conexión estable y rápida. Aquí es donde entra en juego el segundo protagonista de nuestra historia 'Tipo B': el estándar de cableado T568B. A diferencia del cable usb tipo b, que es un objeto físico, el T568B es una especificación, un esquema que dicta el orden exacto de los cables de colores dentro de un cable de red. Cuando hablamos de un cable de red tipo b, nos referimos a un cable Ethernet (como un Cat5e, Cat6 o superior) cuyos conectores RJ45 en ambos extremos están cableados siguiendo la norma T568B. [3, 6] Esta norma es, con diferencia, la más utilizada en los Estados Unidos y gran parte del mundo para nuevas instalaciones de redes comerciales y domésticas. [15]
Un cable UTP (Unshielded Twisted Pair o Par Trenzado No Apantallado) estándar contiene ocho hilos, organizados en cuatro pares trenzados: naranja, verde, azul y marrón. [3] El estándar T568B especifica que el orden de los pines en el conector RJ45 debe ser: 1. Blanco/Naranja, 2. Naranja, 3. Blanco/Verde, 4. Azul, 5. Blanco/Azul, 6. Verde, 7. Blanco/Marrón, 8. Marrón. [6] Existe un estándar alternativo, el T568A, que simplemente intercambia los pares naranja y verde. [16] A nivel de rendimiento, no hay diferencia entre un cableado con T568A y uno con T568B, siempre y cuando se use el mismo estándar en ambos extremos del cable para crear un 'cable directo'. La consistencia es la clave. [21] Mezclar los estándares (un extremo A y otro B) crea un 'cable cruzado', que antiguamente se usaba para conectar dos computadoras directamente pero que hoy en día es obsoleto gracias a la tecnología Auto MDI-X en las tarjetas de red modernas. Por lo tanto, en la práctica, se elige un estándar y se mantiene en toda la infraestructura de la red. Dada su popularidad, el cable utp tipo b (esquema T568B) es la elección predominante.
La correcta implementación de este estándar es crucial. Un mal crimpado (el proceso de fijar el conector RJ45 al cable), invertir un par de cables o no respetar el orden del cable de red tipo b puede llevar a una conexión que no funcione en absoluto, o peor, una que funcione de forma intermitente y con una velocidad muy inferior a la esperada. Esto afecta a todo, desde la velocidad de descarga de internet en las computadoras hasta la calidad de las videoconferencias y el acceso a servidores y pantallas compartidas. Para los profesionales que instalan redes en oficinas, la elección de materiales de calidad, desde el propio cable UTP hasta los conectores, es tan importante como la técnica de crimpado. En el contexto de la venta y renta de equipos, ofrecer no solo las computadoras o laptops, sino también la infraestructura de red accesoria, como cables de conexión (patch cords) correctamente fabricados bajo la norma T568B, añade un valor considerable al servicio. Los clientes esperan una solución 'plug-and-play', y eso incluye cables de red fiables.
Curiosamente, podemos encontrar escenarios donde los mundos del cable usb tipo b y el cable de red tipo b se cruzan. Una impresora multifunción moderna, por ejemplo, puede tener tanto un puerto USB Tipo B para la conexión directa a una computadora, como un puerto Ethernet RJ45 para conectarse a la red local. [4] Esto permite que múltiples usuarios en la oficina impriman de forma inalámbrica a través de la red, cuya infraestructura física está construida con cables que siguen el estándar T568B. De manera similar, algunos dispositivos de red o accesorios pueden recibir alimentación a través de un puerto USB. Aunque menos común, no es impensable encontrar un pequeño switch de red o un dispositivo IoT que use un cargador entrada tipo b (en formato Micro-USB) para su energía, mientras se conecta a la red con un cable utp tipo b. Entender la función de cada cable tipo b es, por tanto, esencial. Uno (USB) es para la conexión directa y la alimentación de periféricos, mientras que el otro (T568B) es la gramática que estructura el lenguaje de nuestras redes cableadas. Ambos son pilares sobre los que se construye la productividad en cualquier entorno de oficina moderno que dependa de computadoras y tecnología.

Convergencia, Comparativas y Futuro de las Conexiones Tipo B
Habiendo explorado los dominios separados del cable usb tipo b y el cable de red tipo b, es crucial analizar cómo coexisten, se comparan y hacia dónde se dirigen en el panorama tecnológico actual. Las computadoras modernas son un centro de conexiones, y la capacidad de un técnico o un usuario avanzado para diagnosticar y gestionar estas conexiones es más valiosa que nunca. La confusión entre los diferentes 'Tipos B' puede llevar a errores costosos o, como mínimo, a una pérdida de tiempo significativa. Imagínese a un técnico de soporte tratando de solucionar un problema de red en una oficina. Si no sabe distinguir entre un problema de un cable utp tipo b mal crimpado y un fallo de un cable usb tipo b en una impresora de red, el proceso de resolución será ineficiente. Este conocimiento es especialmente relevante en el sector de venta y renta de equipos de oficina. Al alquilar un proyector, una pantalla interactiva o una flota de computadoras, es fundamental proporcionar los cables correctos y, si es necesario, asistencia para la configuración. Ofrecer un paquete completo que incluya un cable tipo b para cada impresora y cables de red T568B de la longitud adecuada para cada puesto de trabajo demuestra profesionalismo y atención al detalle.
Vamos a establecer una comparativa clara. El cable usb tipo b es parte de un estándar de bus de datos periférico. Sus principales características son la facilidad de uso (plug-and-play), la capacidad de proporcionar alimentación (hasta 2.5W en USB 2.0, y más en versiones posteriores) y una conexión de datos uno a uno entre el host (la computadora) y el periférico. Por otro lado, un cable de red tipo b (T568B) es un componente de la capa física de un sistema de red. Su propósito es transmitir paquetes de datos entre múltiples dispositivos a través de switches y routers, permitiendo la comunicación muchos a muchos. Además, con la tecnología Power over Ethernet (PoE), los cables de red también pueden suministrar una potencia eléctrica significativamente mayor que el USB estándar, alimentando dispositivos como teléfonos IP, cámaras de seguridad y puntos de acceso Wi-Fi. En cuanto a las especificaciones, las velocidades de USB varían desde los 480 Mbps (USB 2.0) hasta los 20 Gbps (USB 3.2), [23] mientras que las redes Ethernet estándar hoy en día operan a 1 Gbps, 2.5 Gbps, 5 Gbps o incluso 10 Gbps y más, dependiendo de la categoría del cable utp tipo b (Cat6, Cat6a, etc.) y el hardware de red.
El futuro, sin embargo, apunta hacia la unificación, principalmente a través del USB-C. El conector USB-C es reversible, puede manejar velocidades de transferencia de hasta 40 Gbps (con USB4/Thunderbolt), y puede suministrar hasta 240W de potencia, lo que le permite cargar desde un teléfono hasta una potente laptop. [14] Ya estamos viendo cómo el USB-C reemplaza no solo al cable usb tipo b en nuevos periféricos, sino también a la miríada de conectores de cargador entrada tipo b (Micro-USB) que plagaban nuestros cajones. [26] Sin embargo, la transición no será instantánea. La base instalada de miles de millones de dispositivos con puertos USB Tipo B tradicionales garantiza que el cable tipo b seguirá siendo necesario durante al menos la próxima década. Las empresas no van a reemplazar sus flotas de impresoras y escáneres de alta calidad solo por el tipo de conector. En cuanto a las redes, si bien el estándar de cableado T568B se mantendrá como la norma para las conexiones RJ45, la propia tecnología Ethernet está evolucionando. Las redes definidas por software (SDN) y las velocidades de múltiples gigabits se están convirtiendo en la norma en entornos empresariales. Para los profesionales de TI, esto significa una continua necesidad de formación y adaptación. Para una visión más profunda sobre las últimas tendencias en hardware y tecnología de redes, recursos como el portal Xataka son una fuente inestimable de información y análisis de calidad. El conocimiento de las especificaciones, desde la diferencia de pines entre T568A y T568B [3] hasta las capacidades de potencia de un cable usb tipo b, es poder. Poder para construir sistemas robustos, para diagnosticar fallos eficientemente y para asesorar a clientes en la compra o renta de las computadoras y accesorios más adecuados para sus necesidades.