Tabla de Contenido
- 1. Especificaciones Técnicas: El Corazón del G24f
- 2. Rendimiento en el Campo de Batalla y la Oficina
- 3. Ecosistema Gigabyte y Veredicto Final
Introducción y Especificaciones Técnicas: El Corazón del G24f
En el mundo del desarrollo de software y la infraestructura TI, la elección de un monitor es una decisión que impacta directamente en nuestra productividad y bienestar. Pasamos horas frente a la pantalla, compilando código, gestionando sistemas o analizando datos. Un monitor deficiente es un cuello de botella para cualquier equipo, sin importar la potencia del hardware que lo respalda. Gigabyte, una marca con la que he trabajado por años, principalmente por sus componentes internos como placas base y GPUs, ha irrumpido con fuerza en el mercado de periféricos. El G24f es la prueba de que entienden lo que necesitamos: rendimiento, fiabilidad y un precio justo. Este monitor democratiza características de gama alta, como las altas tasas de refresco, haciéndolas accesibles para una audiencia más amplia, desde desarrolladores junior hasta gamers veteranos.
Para entender el valor del G24f, hay que sumergirse en su ficha técnica. El alma de la pantalla es su panel Super Speed IPS de 23.8 pulgadas. Como ingeniero, sé que la tecnología de panel lo es todo. A diferencia de los paneles TN, que sacrifican la calidad de imagen por velocidad, o los VA, que ofrecen gran contraste pero pueden sufrir de 'ghosting', los paneles IPS como este son el equilibrio perfecto. Ofrecen una reproducción de color fantástica y ángulos de visión de 178 grados, crucial cuando presentas un proyecto o tienes un setup multimonitor. El 'Super Speed' no es marketing; reduce el tiempo de respuesta a 1ms MPRT, una cifra que pone al G24f en la liga de los monitores de eSports, eliminando el desenfoque en movimientos rápidos. Su resolución Full HD (1920x1080) en este tamaño es el punto dulce: una densidad de píxeles de 92.56 PPI que garantiza texto nítido en cualquier IDE y permite que la mayoría de las tarjetas gráficas alcancen altas tasas de frames sin sudar la gota gorda.
El verdadero cambio de juego, sin embargo, es su tasa de refresco. El G24f opera a 165Hz nativos, pero se puede llevar a 170Hz con un simple ajuste en el OSD. Pasar de los 60Hz estándar a 170Hz es una de las mejoras de calidad de vida más significativas que he experimentado. El movimiento del cursor, el scrolling en el código o el arrastre de ventanas se vuelve increíblemente fluido. En gaming, esta fluidez se traduce en una ventaja competitiva directa. Para evitar el screen tearing, incorpora AMD FreeSync Premium, que sincroniza la tasa de refresco del monitor con los FPS de la GPU (compatible también con Nvidia G-Sync), garantizando una suavidad perfecta entre 48Hz y 170Hz.
En cuanto a su construcción, el G24f adopta una estética minimalista y funcional. El chasis negro mate con biseles delgados es perfecto para entornos profesionales y setups multimonitor. La base es sorprendentemente robusta y ergonómica para su precio, permitiendo ajustar la altura (130 mm) e inclinación (-5° a +20°), algo fundamental para una postura correcta durante largas jornadas. La conectividad es sólida: dos HDMI 2.0, un DisplayPort 1.2 y un hub USB 3.0, lo que simplifica la gestión de cables al conectar periféricos directamente. A menudo verás el modelo listado como gigabyte g24f sa en diversas tiendas; no te confundas, es la designación de producto estándar para este mismo monitor. Desde el primer momento, te das cuenta de que es una pieza de hardware bien pensada, que ofrece una experiencia premium sin el coste asociado.
Rendimiento en el Campo de Batalla y la Oficina
Unas especificaciones de primera no sirven de nada si no se reflejan en el uso diario. Aquí es donde el Gigabyte G24f brilla con luz propia. Para los que, como yo, dividimos nuestro tiempo entre el trabajo y el gaming, este monitor es una bestia. En títulos FPS como 'Valorant' o 'Apex Legends', la combinación de 170Hz y el bajo tiempo de respuesta es transformadora. La claridad con la que se perciben los movimientos enemigos y la respuesta inmediata del cursor marcan una diferencia palpable. FreeSync Premium hace su trabajo a la perfección, eliminando cualquier desgarro de imagen y permitiendo que te concentres únicamente en el juego. Pero no todo es competitivo; en mundos abiertos como 'Cyberpunk 2077', la fluidez y la riqueza de color del panel IPS hacen que la inmersión sea total.
Gigabyte no se detiene en el hardware. A través de la utilidad OSD Sidekick para Windows, puedes ajustar cada parámetro del monitor con tu ratón, una comodidad que se agradece. Dentro, encontramos herramientas muy útiles. El 'Black Equalizer' ilumina zonas oscuras sin sobreexponer el resto de la imagen, una ventaja táctica para descubrir enemigos en las sombras. 'Aim Stabilizer Sync' reduce el motion blur al disparar, y lo mejor es que puede funcionar junto a FreeSync, algo que no todos los monitores logran. Estas herramientas demuestran que Gigabyte ha pensado en el usuario final, proporcionando un control granular sobre la experiencia visual.
Cuando cierras el juego y abres tu entorno de desarrollo, el G24f sigue rindiendo a un nivel altísimo. La nitidez del texto en su panel Full HD es excelente para largas sesiones de codificación. Su tamaño de 23.8 pulgadas es ideal para tener un IDE y una terminal abiertos lado a lado. Además, las tecnologías certificadas por TÜV Rheinland, como Flicker-Free y el modo de baja luz azul, son un salvavidas para la vista. Pero donde realmente me sorprendió fue en la creación de contenido. Con una cobertura del 90% del espacio de color DCI-P3 y 120% de sRGB, ofrece colores vivos y precisos, más que suficientes para trabajos de diseño de UI, edición de vídeo para plataformas online o fotografía amateur. Esta versatilidad es lo que lo diferencia de otros monitores gaming de su rango de precio. Aunque su sucesor, el G24F 2, mejora ligeramente estas cifras, el modelo original sigue siendo una opción increíblemente sólida y con una relación rendimiento/precio difícil de superar.

Ecosistema Gigabyte y Veredicto Final
El Gigabyte G24f es una pieza importante del creciente ecosistema de hardware de la marca. Si bien funciona perfectamente con componentes de cualquier fabricante, usarlo junto a otros productos Gigabyte a través de su software unifica la experiencia de configuración. La designación que encuentras en las tiendas, gigabyte g24f sa, se ha convertido en un sello de garantía de esta excelente propuesta de valor: un monitor que no te obliga a elegir entre ser un gamer competitivo o un profesional productivo.
El mercado avanza, y el sucesor, el G24F 2, ya está entre nosotros con mejoras como 180Hz y una gama de colores del 95% DCI-P3. Sin embargo, estas son mejoras incrementales. El G24f original sigue siendo una opción extremadamente relevante, sobre todo si lo encuentras a un precio más competitivo. Mientras tecnologías como OLED y Mini-LED siguen siendo prohibitivas para la mayoría, los paneles IPS de alta frecuencia como este seguirán dominando el mercado de gama media durante años. Su versatilidad también lo hace ideal para el mercado de renta de equipos, donde startups o eventos de eSports pueden acceder a un rendimiento de primera sin una gran inversión inicial.
En resumen, si estás buscando un nuevo monitor de 1080p, el Gigabyte G24f debería estar en tu lista de finalistas. He recomendado este monitor a colegas y amigos, y la respuesta es siempre la misma: supera todas las expectativas. Su combinación de un panel Super Speed IPS rápido y colorido, un diseño ergonómico y un conjunto de funciones bien pensadas lo convierten en una de las compras más inteligentes que puedes hacer para tu setup. Ya sea que estés montando tu primera PC, actualizando un viejo monitor de 60Hz o necesites una pantalla versátil para programar y jugar, el G24f ofrece una experiencia que va mucho más allá de su precio. Para un análisis técnico aún más detallado, siempre recomiendo consultar las mediciones de laboratorios como RTINGS.com. La popularidad de este monitor no es casualidad; es el resultado de un producto bien hecho.